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Erica Rimlinger

Erica Rimlinger was scolded throughout her childhood to stop telling stories. Nevertheless, she persisted. Erica holds a master’s degree in journalism from the University of Maryland and has spent her 25-year career telling stories for clients that have ranged from nonprofit organizations to corporations, and from magazines to America’s Most Wanted.

Based in Seattle, Erica is an avid hiker and backpacker and is overcoming a fear of heights to learn rock climbing, with mixed results so far. Her favorite part of writing for HealthyWomen.org is sharing stories of women who have overcome tremendous adversity and gone on to advocate for themselves and others. Erica believes telling stories is what helps us make sense of life and all its joys and travails. She believes every woman has a story — and we should never stop telling them. You can find more of her work at www.ericarimlinger.com.

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¿Quieres papas fritas o sentimientos con eso?

El proceso desde la obesidad hasta un peso saludable no depende completamente de la dieta. Gabrielle Blawas descubrió que trataba de mejorar su estado de ánimo ingiriendo comida rápida desenfrenadamente

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Mientras su hija, que en esos momentos todavía era una infante, luchaba contra un trastorno neurológico en el hospital, Gabrielle Blawas peleaba su propia batalla en su cabeza, sentada en un carro en un parqueadero de un restaurante de comida rápida. El temor por la salud de su hija hizo que Gabrielle fuera directamente a un restaurante de comida rápida después de cada visita al hospital, donde pedía dos combos completos y las ingería sola en su carro. La comida brindaba consuelo físico y emocional pero todo era muy temporal, pues se transformaba en vergüenza, culpa, y lo que Gabrielle denominaba un coma alimenticio.

Gabrielle perdió a su padre cuando era una niña debido a una enfermedad terminal y vio como su madre tuvo una profunda depresión. "Teníamos una vida hermosa y luego está enfermedad le golpeó como si hubiese sido un camión", dijo Gabrielle. "No pude manejar el dolor. "No me enseñaron a lidiar con el dolor”. Así que Gabrielle escapaba del dolor asistiendo a fiestas a escondidas. "Tomé el camino de los rebeldes. Recurrí a todas las cosas que no debes hacer.

Años después, cuando su bebé tuvo un diagnóstico incierto, Gabrielle recurrió a una forma nueva y secreta para lidiar con el dolor: comer desenfrenadamente. "Era una mamá. Estaba casada y tuve que dejar mis años de fiesta atrás. Pero la comida es la droga más aceptable", dijo Gabrielle. Comía todo el día, mientras escondía la evidencia de sus comelonas de su esposo, familia y amigos.

La hija de Gabrielle tenía 2 años cuando fue curada exitosamente de su enfermedad neurológica. Pero Gabrielle, quien aumentó 120 libras de peso durante esta mala experiencia de su familia, recién reconocía su propia lucha contra la obesidad. La ironía, dijo Gabrielle, es que trabaja como terapeuta. "Estaba ayudando a clientes a lidiar con este tipo de problemas, pero yo los estaba ignorando".

Gabrielle dijo que "tocó fondo" cuando accidentalmente vio su reflejo en una ventana de una tienda en un centro comercial. "Vi una persona con obesidad severa. Era yo. Quedé completamente impresionada. No había visto mi reflejo en años porque no quería hacerlo", dijo Gabrielle. "Fui al carro, lloré, y me dirigí a casa. Me desnudé y me forcé a pararme frente a un espejo de cuerpo completo durante dos horas seguidas. Solo lloré. Juré que no pararía hasta rescatar a la persona que soy realmente. La iba a encontrar y cambiaría mi vida".

Gabrielle se esforzó para perder peso. "Me convertí en mi propia cliente. Comía alimentos saludables hacia ejercicio todos los días. Trabajaba con un déficit de calorías". Pero, "eso no es lo que me hizo perder peso", dijo Gabrielle. Lo que hice fue abordar todo el dolor que escondí todos estos años. También me esforcé diariamente en cuidarme a mí misma. Meditaba todos los días y empecé a reservar tiempo para cosas que me dan felicidad: disfrutar de la naturaleza, leer, escribir un diario y baños calientes. Finalmente empecé a tratarme con amor y compasión. Me convertí en mi propia mejor amiga. Antes de esto, la comida era mi mejor amiga. Subí tanto peso porque cada vez que tenía alguna emoción difícil, la abordaba con comida. Se volvió mi método para lidiar con todo.

"Mi obesidad no tenía nada que ver con la comida. Era causada por cómo lidiaba con el dolor.

Según la Dra. Holly Lofton de NYU Langone Medical Center, el porcentaje proyectado de personas con obesidad en Estados Unidos será el 50% de la población para el 2030. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU reportan que desde 1999 y 2000 hasta 2017 y 2018 las instancias de obesidad en Estados Unidos aumentaron del 30.5% al 42.4% de la población. Durante ese tiempo, la obesidad severa aumentó del 4.7% al 9.2%.

Las causas de la obesidad son complejas, dijo la Dra. Lofton, e incluyen la nutrición, el entorno, las oportunidades de participar en actividades físicas y la salud mental. Los investigadores han descubierto que incluso el sueño juega un papel en la obesidad. Una nueva rama de la investigación ha identificado la duración y calidad del sueño como factores de riesgo. Los investigadores creen que el papel del sueño para regular el metabolismo de nuestro cuerpo, el proceso que convierte los alimentos en energía, contribuye con la obesidad.

Niveles disparejos entre la gente en lo que se refiere a acceso a actividades físicas seguras y la nutrición también han contribuido con el aumento de los niveles de obesidad. Estas diferencias hacen que la gente de color y poblaciones con desventajas económicas sean las más afectadas.

"Debemos trabajar a una escala global para establecer un entorno menos obesógeno [que genera aumento de peso] que se enfoque en acceso a servicios médicos relacionados con la obesidad; así como entornos seguros y baratos para practicar actividades físicas y educación nutricional disponible para todos, incluyendo para niños de edad escolar", dijo la Dra. Lofton. La Dra. Lofton también dijo que los gobiernos deberían implementar políticas alimenticias que limiten el uso de conservantes y aditivos que contribuyen con la obesidad.

La Dra. Lofton motiva a sus pacientes que padecen de obesidad a que se enfoquen en su salud general, no solo en su peso. Visitas preventivas regulares a proveedores de servicios médicos pueden determinar si alguien tiene riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la obesidad. "No tenemos tanto control de nuestro peso como se nos ha hecho creer", dijo la Dra. Lofton. La investigación indica que el cuerpo trata de mantener un mayor peso con el tiempo al incrementar las hormonas del hambre y reducir la saciedad (la sensación de estar satisfecho cuando uno está lleno) cuando una persona trata de comer menos o moverse más, un proceso denominado adaptación metabólica.

"Es una condición crónica y seria que las personas no tienen que enfrentar solas. Trabaja con profesionales médicamente capacitados para tratar la obesidad en forma general si tu régimen normal de dieta y ejercicio no está funcionando", dijo la Dra. Lofton. Además de la dieta y el ejercicio, un tratamiento para la obesidad puede implicar una combinación de medicamentos prescritos en contra de la obesidad, cirugías, orientación y apoyo emocional.

Y, dijo la Dra. Lofton, la obesidad es absolutamente una crisis de la salud. Condiciones relacionadas con la obesidad incluyen enfermedades cardíacas, accidentes cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Éstas son algunas de las causas principales de muertes prevenibles y prematuras". La enfermedad de hígado graso, que es actualmente la mayor causa de enfermedad hepática en Estados Unidos, tiene una fuerte relación con la obesidad y si las tendencias continúan se convertirá en el indicador principal de la necesidad de implante de hígado, dijo la Dra. Lofton. Agregó que, aunque la obesidad adulta parece estar nivelándose, la obesidad infantil se está volviendo cada vez más común.

Aunque la Dra. Lofton cree que los comportamientos ante la obesidad han cambiado un poco recientemente por el aumento de su incidencia, la gente que padece obesidad todavía enfrenta prejuicios relacionados con su peso. "Es [común] no sólo socialmente, pero también en entornos médicos y laborales", dijo la Dra. Lofton. Esto hace que los pacientes con obesidad tengan riesgos no solo de condiciones físicas pero también de que problemas psicológicos relacionados con la obesidad empeoren.

A Gabrielle le tomó dos años reducir el peso que subió durante la crisis médica de su hija. "Pareció un proceso largo, pero necesité ese tiempo para reflexionar profundamente y llegar a donde necesitaba llegar. Si no hubiera vivido lo que viví durante esos meses, no hubiese confrontado mi profundo y oscuro dolor. No hubiese encontrado mi tribu. Necesitaba todo ese tiempo: lo bueno y lo malo", dijo Gabrielle.

Gabrielle aconseja a sus clientes que no deseen no haber pasado por su proceso de aprendizaje mediante el cual descubrieron una mejor relación con los alimentos. "Muchas personas desean olvidar el pasado", dijo Gabrielle. "Pero existe una diferencia entre olvidar y seguir adelante. No desees que partes intermedias del proceso no hubiesen ocurrido. Las necesitas".

Este recurso se preparó con la asistencia de Novo Nordisk.

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