Cada enero, una alarma en mi teléfono me recuerda que es hora de programar mis pruebas preventivas de salud. Todas estamos ocupadas y somos conocidas por ponernos a nosotras mismos al final de nuestra lista de cosas que debemos cuidar. La mascota de la familia viene antes que nosotras - y tengo una encuesta que hicimos para demostrarlo. El 2021 va a ser un año de cambios y, al comenzar, por favor recuerde programar su chequeo anual de bienestar y las pruebas preventivas cubiertas por la Ley de Atención Médica Asequible, incluyendo el examen de Papanicolaou.
El verano pasado, escribí sobre las nuevas guías para el cáncer de cuello uterino publicadas por la American Cancer Society (ACS) sobre el uso de la prueba principal de VPH para la detección del cáncer de cuello uterino. Esto les brinda a las mujeres otra opción de detección además del uso de las pruebas de Papanicolaou y VPH juntas. Aunque las mujeres pueden cuestionar qué prueba es mejor para ellas, lo más importante que debe recordar es hacerse el cribado con regularidad, sin importar cuál se realice.
Es posible que no esté completamente consciente del riesgo de cáncer de cuello uterino y la necesidad de las pruebas de detección, pero lo cierto es que el cáncer de cuello uterino solía ser una de las causas más frecuentes de muerte por cáncer en mujeres en los Estados Unidos. Gracias a la
prueba de Papanicolaou - que puede detectar cambios en el cuello uterino antes de que se desarrolle el cáncer, así como el cáncer en etapa inicial, que es más fácil de curar - la tasa de mortalidad ha disminuido considerablemente. Desde la década de 1970, las muertes por cáncer de cuello uterino se han reducido aproximadamente en un 50%.
Si bien la reducción de casos y muertes es un paso en la dirección correcta, el cáncer de cuello uterino sigue siendo una amenaza. El cáncer de cuello uterino se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres entre las edades de 35 y 44, aunque 50 es la edad promedio al momento del diagnóstico, y un 20% de los diagnósticos ocurren en mujeres mayores de 65 años.
En junio, la ACS estimó que se diagnosticarían más de 13,800 nuevos casos de cáncer de cuello uterino invasivo en 2020, y más de 4,290 mujeres morirían a causa de la enfermedad.
Es importante tener en cuenta las disparidades raciales en las tasas de infección y mortalidad. Las mujeres hispanas y de raza negra tienen más probabilidades de contraer cáncer de cuello uterino que las mujeres de raza blanca, y las mujeres de raza negra tienen las tasas más altas de mortalidad por la enfermedad que otros grupos, incluidas las mujeres blancas. Además, las limitaciones para la detección, como la falta de seguro, el conocimiento sobre las pruebas de cribado y los horarios o lugares inconvenientes para acceder a las pruebas de detección, pueden hacer que las mujeres no sean evaluadas.
Durante los últimos 20 años, los avances en la investigación nos han llevado a entender que el virus del papiloma humano (VPH) puede producir cáncer de cuello uterino. Este conocimiento condujo al desarrollo de la prueba de VPH y a la vacuna contra el VPH.
La prueba de VPH detecta el virus y puede determinar con precisión si tiene los tipos de VPH que incrementan su riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino antes de que tenga algún cambio celular o cáncer. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 80 millones de estadounidenses están infectados con el VPH y alrededor de 14 millones de estadounidenses (incluidos los adolescentes) se infectan cada año.
Es importante saber si tiene una de las cepas de VPH que la ponen en mayor riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino para que usted y su proveedor de atención médica puedan elaborar un plan y así investigar más a fondo los resultados de su prueba y/o tratar sus células anormales.
Existen tres vacunas aprobadas contra el VPH, pero solo una se encuentra disponible para su uso en los Estados Unidos. La vacuna contra el VPH se recomienda para niños y niñas de 11 a 12 años, antes de que pasen a ser sexualmente activos (cuando pueden estar expuestos al VPH). La vacuna, que previene la infección de 9 tipos de VPH, puede proteger contra el cáncer de cuello uterino, así como contra el cáncer de vulva y vagina, el cáncer de ano, ciertos tipos de cáncer de cabeza y cuello y las verrugas genitales.
Más de una década de administración de vacunas con más de 270 millones de dosis aplicadas en todo el mundo demuestran que la vacuna es segura. Así que, si tiene niños, asegúrese de hablar con su pediatra sobre cómo vacunarlos. La vacuna también se recomienda para adultos hasta los 26 años que no fueron vacunados cuando eran niños o adolescentes, por lo tanto, hable con su proveedor de atención médica sobre cómo ponerse al día con la vacuna. Aunque no se recomienda específicamente para adultos mayores de 26 años, está aprobada para adultos de hasta 45 años y puede brindar algún beneficio. Pero recuerde, incluso si está vacunada, aún debe realizarse las pruebas de detección.
La necesidad de cribado y vacunación contra el VPH se complica por supuesto con el COVID-19, que ha hecho que muchas mujeres pospongan los chequeos de bienestar, las pruebas rutinarias de detección y las vacunas. Esto es un error. Todos queremos permanecer alertas en nuestra lucha contra la COVID-19, con el uso de mascarillas y el distanciamiento social, pero es absolutamente posible ser prudente mientras se continua con las medidas preventivas necesarias, incluyendo las vacunas y las pruebas de detección.
Sé lo fácil que es quedar inmersa en el trabajo y la familia. Como mujeres, a menudo ponemos a los demás por delante de nosotras mismas, pero debemos hacer una pausa y recordar que cuidarnos es igualmente importante. Aparte del hecho de que somos valiosas y merecemos ser nuestra propia prioridad, cuidar de nuestra salud también es un acto de amor hacia quienes nos aman.
La animo a que hable con su proveedor de atención médica sobre la programación de una prueba de detección de cáncer de cuello uterino, la vacunación contra el VPH y cualquier otro cuidado preventivo que le corresponda hoy.
El recurso se creó con el apoyo de Merck.